Exportaciones de vino: diez destinos, diez caídas

Un informe publicado a principios del mes por el INV indicó que las exportaciones de vino argentino tuvieron un retroceso durante el 2023 del 25,7%, para el total del vino enviado al exterior. Allí, cuando se analiza el vino fraccionado, la baja del año fue del 23,3%, y la del granel del 32,6%.

Datos de la Consultora MRT muestran que las exportaciones de vino argentinas caen en los diez principales destinos y la mayoría de esas caídas son de dos dígitos: Estados Unidos y Reino Unido, entre los peores desempeños.

Además, los 10 principales grupos exportadores del país (Peñaflor, Esmeralda, La Agrícola, Trivento, Norton, Puerto Ancona, Salentein, Arizu, Fecovita y La Rural) todos cerraron el año con caídas en volumen significativas.

Por supuesto, que las razones pueden ser variadas, pero hay algunas que no escapan a la realidad: la inflación y el alza de costos. La mayoría de las empresas exportadoras subieron el valor promedio de la caja exportada. En otro contexto podría ser una buena noticia, es decir, vendemos más caro, pero es probable que como cayó el volumen exportado, en vez de sumar vinos en los segmentos premium, la mejora promedio venga por la caída de las ventas de los más baratos. Y eso genera preocupación.

Un dato a tener en cuenta: el principal destino para los envíos de vino fraccionado argentino es Estados Unidos. Allí, las exportaciones argentinas bajaron más del 24% en volumen y el 20% en valor FOB, y es probable que sigan bajando. ¿Por qué? El último informe sobre las ventas de vino del SVBank estima que el mercado de vinos lleva tres años de caída consecutiva, y 2023 se ha convertido en la primera vez en 45 años que el mercado de espirituosas supera al mercado de vinos en ventas totales de volumen.

Entonces, con un mercado doméstico deprimido y exportaciones con mercados complejos y altamente competitivos, da la sensación de que muchas bodegas van a empezar a pescar en la misma pecera.

Por lo tanto, tal como sugiere el estudio del SVBank o las bodegas comienzan a ampliar su base de ocasiones de consumo y captan a los consumidores más jóvenes, o cada empresa en particular se vuelve más eficiente y comienza a ganar espacio de otra empresa. Sin crecimiento, parece un año difícil.