Joyas arquitectónicas mendocinas: una escuela hogar en el parque San Martín para los niños más necesitados

Las instalaciones de la escuela Eva Perón, inauguradas en 1953, son una especie de pequeña ciudad destinada a los chicos, con todas las instalaciones. Desde 2015 es Monumento Histórico Nacional.

Al Este de la planta potabilizadora Alto Godoy, a la escuela Hogar Eva Perón se accede por avenida Carlos Thays. | Foto: Ignacio Blanco / Los Andes
Al Este de la planta potabilizadora Alto Godoy, a la escuela Hogar Eva Perón se accede por avenida Carlos Thays. | Foto: Ignacio Blanco / Los Andes

En el “Archivo de la Obra Pública de Mendoza” perteneciente al Ministerio de Planificación e Infraestructura Pública, se conserva un valioso acervo que contribuye a profundizar en aquellas obras realizadas en la provincia por el propio Estado.

También es posible encontrar en él una serie de planos y documentos de obras que fueron concebidas y construidas por la Nación. Esto se debe a que los edificios, generalmente educativos, fueron traspasados a la órbita provincial para su gestión y administración. Por ello, es ahora el Gobierno provincial el que debe velar y proteger la herencia recibida.

Este es el caso de la escuela hogar 8-448 Eva Perón, inaugurada en 1953 y declarada en 2015 como Monumento Histórico Nacional.

Dado que la obra fue proyectada por los profesionales y técnicos de la Dirección Nacional de Asistencia Social (luego INAS y posteriormente FEP), el patrimonio documental que incluye planos y otras piezas gráficas se conserva en el Centro de Documentación e Investigación de la Arquitectura Pública (Cediap), entre ellos, los planos de plantas, cortes, vistas y detalles del proyecto original.

En Mendoza es posible observar un conjunto de documentos gráficos que corresponden a la planimetría general (1949), a los planos conforme a obra de las instalaciones sanitarias, a la reparación de las calderas (1982), plantas de techos, planta de sectores de dormitorios a reparar y refuerzos estructurales (1993).

Todas estas piezas, como las de un rompecabezas, posibilitan conocer detalles que hacen a su historia y evolución en estas siete décadas desde su instalación. La permanencia de la función, continua desde su apertura, le otorga un sello de identidad que no poseen las restantes escuelas-hogares del resto del país, ya que los conjuntos fueron recibiendo otros usos, diferentes al inicial.

El de Mendoza es un ejemplo gracias a que ha conservado y mantenido su funcionamiento desde el origen, ya que aún da albergue a niños en la propia escuela. Al establecimiento inicial, con escuela albergue de jornada extendida, se han sumado otros. Así, en sus instalaciones funciona, además, la escuela secundaria 4-237 Silvia Catallini con orientación en comunicación, arte y diseño, el CENS 3-473 Leonardo Favio, el Cebja 3-096 Puesto Lima y el CCT 6-055.

Las instalaciones

Un recorrido por las instalaciones de la escuela-hogar permiten dimensionar lo que significó su creación. Todos los espacios y locales pensados en hacer el lugar una pequeña ciudad destinada al cuidado y educación de los niños.

Las aulas, dormitorios, comedores, salón de actos con sus murales con cuentos infantiles, los talleres y cocinas, lavaderos, salas de máquinas, enfermería y también las dependencias de los cuidadores, oficinas, casa del director, campos de deportes, son sólo una referencia de lo que se proyectó y concretó para su puesta en marcha. Casi todas aquellas funciones aún se desarrollan, si bien es menor la matrícula de niños que allí pernoctan, las instalaciones se aprovechan para recibir contingentes de competiciones deportivas, congresos y fiestas de la Vendimia.

Por todas las cualidades y características mencionadas en el caso de Mendoza y por haberse conservado con gran cuidado por parte de quienes tuvieron y aún tienen a su cargo la custodia y funcionamiento del lugar, la escuela fue distinguida con el rango de monumento nacional.

No todos los otros conjuntos se han conservado del mismo modo, por ello constituye un gran desafío el de encarar una restauración del sitio para que no se pierdan sus atributos esenciales.

Sobre los planos

En los rótulos de los planos pueden verse las distintas denominaciones que, a lo largo de su historia, recibió el sitio, entre ellos, 17 de octubre y Luis María Biedma, además de Eva Perón. En los diversos documentos gráficos se aprecian las búsquedas de aquella arquitectura de las escuelas hogares, entre ellos, la apertura a la sociedad, dado que el cerco que rodeaba a los edificios era bajo, permitiendo la integración al parque circundante.

Si hacemos foco en los propios edificios, estos eran los clásicos de uno de los lenguajes adaptados por la fundación: el neocolonial en su variante californiana o mission style, como también se le conocía. Esta expresión se caracterizaba por la presencia de techos de tejas españolas rojas y muros blancos con basamentos de piedra rústica.

La volumetría del conjunto se articulaba por la presencia de un volumen central de mayor altura y las alas o pabellones con arquerías. Estos pabellones, a su vez, generaban patios a modo de claustros y estaban rodeados por jardines y bosques. Los espacios interiores contaban con terminaciones y acabados de muy alta calidad, con revestimientos de mármol y pisos de mosaicos.

Si observamos el mobiliario, éste era de roble. Aún se conservan y utilizan, a 70 años de su apertura, algunas de las camitas de roble en algunos locales. Otro detalle que se ha conservado y daba una idea de la ambientación era el uso de los manteles de gran colorido, la presencia de flores, libros y juguetes que posibilitaban generar un ámbito hogareño. Muchos de estos objetos se conservan en el Museo de la Escuela Hogar y son de gran valor histórico y simbólico.

El decreto 2297, que declaró las escuelas hogares en el país, destacó que la gran mayoría de los conjuntos escolares se situaron o bien en los parques de cada ciudad, o en sus inmediaciones, lo que hacía que el entorno de las escuelas fuera de gran calidad paisajística. En el plano N° 705 del archivo se verifica esta situación.

En la planimetría se aprecia claramente la disposición de los componentes y, a su vez, la relación del lugar en el borde Oeste del parque General San Martín. Del mismo plano se conoce, además, quién fue uno de los profesionales del equipo proyectista, ya que se menciona al ingeniero J. Primiani.

Por otro lado, el plano N° 704 señala que el constructor es Bernardo Lucas, a cargo de las instalaciones sanitarias del conjunto.

La escuela hogar de Mendoza es uno de los 20 que se realizaron en todo el país y uno de los escasos que mantiene su función original. El desafío es encarar una restauración integral del conjunto que no altere su esencia y valores significativos, manteniéndose como una pequeña ciudad infantil de nueve hectáreas dentro del parque General San Martín.

Investigación: arquitecta Graciela Moretti, Dirección de Patrimonio Cultural y Museos, Ministerio de Cultura y Turismo.

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