En Argentina, 6 de cada 10 alumnos vulnerables no alcanzan el nivel mínimo de lectura en primaria

Solo 1 de cada 10 alumnos se ubica en el nivel de desempeño más alto. La apuesta de Mendoza en este sentido

En Argentina, 6 de cada 10 alumnos vulnerables no alcanzan el nivel mínimo de lectura en primaria
En Argentina, 6 de cada 10 alumnos vulnerables no alcanzan el nivel mínimo de lectura en primaria

La relación entre el nivel de habilidad de lectura y el desempeño académico es algo que se viene señalando y, de hecho, es una de las estrategias fuertes de la Dirección General de Escuelas (DGE) en Mendoza.

Lo cierto es que las evaluaciones al respecto muestran un escenario que dista de ser el esperado. En Argentina, el 61,5% de los alumnos de menor nivel socioeconómico, es decir 6 de cada 10, no alcanzan el nivel mínimo de lectura en primaria. Es el resultado obtenido en la prueba internacional ERCE de lectura de 3er grado, donde el tercil de menos ingresos queda en el nivel I (el más bajo).

En contraposición, entre los alumnos de mayores recursos, el 26,3% queda en ese nivel. “En el país, como en América Latina, el aprendizaje de lectura se asocia con el nivel socioeconómico de los estudiantes”, asegura un informe sobre el tema realizado por Observatorio de Argentinos por la Educación.

“Al leer textos adecuados a su edad, los alumnos en el nivel I no son capaces de localizar información o relaciones presentadas literalmente y realizar inferencias a partir de información sugerida, destacada o reiterada”, explican en “Lectura y desigualdad. Comparaciones entre Argentina y América Latina”, con autoría de Guillermina Tiramonti (FLACSO), Eugenia Orlicki y Martín Nistal (Observatorio de Argentinos por la Educación).

El estudio analiza los resultados del Estudio Regional Comparativo y Explicativo (ERCE) 2019 de Lectura en 3er grado de Argentina en comparación con el resto de los países latinoamericanos y por nivel socioeconómico. En la prueba ERCE, coordinada por UNESCO, participaron 16 países de la región.

Desempeño magro

De acuerdo al puntaje obtenido, la prueba agrupa a los alumnos en 4 niveles. Al leer textos adecuados a su edad, los alumnos de los niveles II al IV son capaces de al menos localizar información o relaciones presentadas literalmente y realizar inferencias a partir de información sugerida, destacada o reiterada. Los alumnos en el nivel I no son capaces de hacerlo.

En Argentina, solo 1 de cada 10 alumnos (14%) se ubica en el nivel de desempeño más alto (nivel IV) en lectura. Para la región, el promedio es 2 de cada 10 alumnos (21%) en ese nivel. En Brasil (30%) y Perú (30,8%), 3 de cada 10 alumnos alcanzan el nivel más alto.

Argentina muestra mal desempeño en lectura
Argentina muestra mal desempeño en lectura

En todos los países que participaron de la prueba, el nivel de aprendizaje de lectura de los alumnos se asocia con el nivel socioeconómico: los estudiantes del tercil más alto obtienen mejores resultados que sus compañeros del tercil más bajo. Eso no quiere decir que todos los estudiantes de mayores recursos obtengan buenos resultados: en Argentina, solo el 26,4% de los alumnos del tercil socioeconómico más alto alcanzan el mejor desempeño en lectura (nivel IV). En países como Costa Rica (47,4%), Brasil (48,1%) y Perú (50,6%), alrededor de la mitad de los alumnos del tercil más alto logra este nivel de desempeño.

“Son preocupantes los datos que muestra el informe respecto del aprendizaje de la lectura de los chicos y chicas en nuestro país y, especialmente, cómo esto se profundiza en los sectores más vulnerados. Es una realidad que vemos en los barrios populares. Luego de la pandemia tuvimos que generar espacios de apoyo para acompañar a los chicos y chicas en este aprendizaje. Además sucede que muchas madres y padres no tienen las herramientas para apoyarlos con las tareas. Es necesario atender y poner como prioridad en la agenda este tema, y desarrollar políticas que permitan garantizar una mejor educación haciendo foco en quienes sufren las mayores desigualdades”, asegura Graciela Zenas, referente barrial y trabajadora de la economía popular.

Mendoza y el Censo de Fluidez

En Mendoza, la apuesta de las autoridades en este sentido es fuerte. Primero con la implementación del Censo de Fluidez Lectora y luego, con el Plan Estratégico de Alfabetización, la nueva ley aprobada a fin de año en la Legislatura.

La DGE cuenta con la que considera una herramienta fundamental de los últimos años de gestión. El Censo de Fluidez Lectora, relevamiento que involucra a todos los alumnos de primaria y secundaria, fue implementado en principio como prueba piloto tras los drásticos cambios y consecuencias que dejó el primer año de pandemia, en 2021. De este modo, la tercera edición de este ciclo será uno de los recursos sustanciales de la cruzada, sobre el cual las autoridades señalan que ha dado amplias muestras de sus beneficios.

Este año, incluso, suben la apuesta y avanzarán en lo que consideran una instancia superadora: los alumnos que muestren un buen desempeño en fluidez lectora subirán un escalón para trabajar comprensión lectora. Con esto, apuntan a las críticas que cuestionaban que enfocar en la lectura no incidiría en el desempeño académico.

El censo busca medir el desempeño en lectura y, en los casos necesarios, generar acciones de acompañamiento para su mejora con horas extra y/o jornada extendida.

La flamante norma declara la “Alfabetización como política educativa prioritaria para todo el territorio provincial”, estableciéndose “un Plan Estratégico de Alfabetización de Mendoza (PEAM), como política pública, responsabilidad indelegable del Estado”.

Apunta a la alfabetización en lecto escritura como una prioridad en la escuela primaria, medición y evaluación para hacer un diagnóstico y apreciar resultados y la formación docente, desde los primeros pasos y de manera continua.

En octubre del año pasado, tras la segunda medición (que se hace en tres instancias) la DGE informó que las mejoras gracias a su estrategia eran visibles Los gráficos de resultados del Censo de Fluidez Lectora indicaron que un 54,6% de alumnos de tercer año de la primaria subió de nivel, mientras que un 42.6% se mantuvo en el mismo y un 2.8% bajó. Como en el resto de los números, tercero también se mantiene como el año que más mejoró en este aspecto en particular.

Lo mismo sucede con el promedio de palabras leídas por minuto, donde tuvo la mayor variación porcentual al comparar entre mediciones: en abril un alumno de tercero leía 49 palabras por minuto, mientras que en agosto 68 palabras. Es decir, se trata de una mejora de 39%, mientras que en quinto fue de 19%, en séptimo de 13% y en primer año de la secundaria de 3%.

Argentina desmejoró en lectura

Al comparar con la prueba anterior (TERCE 2013), solo 6 países lograron mantener o mejorar su posición en los resultados de lectura de 3er grado entre 2013 y 2019. Los mayores avances se registraron en el puntaje promedio de los estudiantes de Brasil (+5,1%) y Perú (+4,7%). Las mayores caídas se dieron en Argentina (-2%) y Guatemala (-3,2%).

“Los resultados de lectura en tercer grado nos ilustran sobre las dificultades de todos los países de la región para incorporar a toda su población en la cultura letrada. Incluir en este aprendizaje es una tarea que requiere un compromiso fuerte de quienes gobiernan. En América Latina este esfuerzo es mayor porque en muchos casos se están sumando chicos provenientes de poblaciones poco educadas, muy ajenas a la cultura escolar”, señala Guillermina Tiramonti, coautora del informe. “Es notable que un país como Argentina, que se construyó como sociedad moderna a partir de su oferta educativa, descrea hoy del valor de este factor y relegue al analfabetismo a parte de su población”, agrega Tiramonti.

Según Irene Kit, presidenta de la Asociación Civil Educación para todos, “resulta esperanzador analizar la situación de países de la región que, con menor o semejante rango de PBI, alcanzan iguales o mejores resultados. Brasil, un país enorme, variado y de organización federal como la Argentina, ha logrado una mejora sustantiva”.

En la mayoría de los países hay una correlación positiva entre los resultados de aprendizaje y el nivel de riqueza medido por PBI per cápita. Sin embargo, con un promedio de 689 puntos en la prueba, Argentina obtiene peores resultados que países con niveles similares de PBI per cápita como Brasil (748 puntos), Cuba (730) y México (713 puntos). Varios países con PBI per cápita más bajo obtienen mejores resultados, como Perú (753), Colombia (715), Ecuador (699) y El Salvador (697).

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